Amado Puyau le cupo el privilegio
de haber alcanzado, en su limitada existencia, no solamente un lugar
destacado entre los mejores escultores argentinos de su época, sino el
haberse constituido en el artista de mayor relieve nacional que
brindara la plástica correntina en toda su historia, al obtener el
Primer Premio del Salón Nacional, en 1936. Como si ello no fuera
suficiente para su prestigio, la obra con la que se hizo acreedor de
dicha distinción, "Taraguí", se convertiría en una imagen emblemática
de la capital provincial, su ciudad natal. Prácticamente toda su
producción estuvo dedicada a la temática autóctona regional.
Nació
en la ciudad de Corrientes el 11 de enero de 1893. Se trasladó, en
1913, a Buenos Aires, para perfeccionarse en la Escuela Nacional de
Bellas Artes con Gautier, Irurtia y Lagos. |