Nació en Udine, Italia, el 10 de abril de 1872. Hijo de don Juan Lestani y de doña Dominga Fiorani. Junto a sus padres y sus cuatro hermanos: Antonio, Enrique, Emilia y Bienvenida, la menor de todos, durante dos meses navegaron por el Océano Atlántico en el buque “Norte América” rumbo a la Argentina.
Eran 67 familias friulanas del primer grupo destinado al Chaco que tuvieron que soportar las incomodidades del barco, desprovisto de elementos sanitarios. A mitad del viaje se produjo una violenta epidemia de escarlatina, agravada por sus complicaciones. Diariamente morían muchos niños que eran arrojados al mar. Sumaron cientos en total. Esta situación tan triste y alarmante se extendió hasta llegar a Buenos Aires, donde todos los enfermos fueron hospitalizados recibiendo rápidas y esmeradas atenciones médicas; pero a pesar de los cuidados intensos para rehabilitar a su hermanita, Emilia fue la primera en enlutar a esta familia.
A los pocos días de llegar a Corrientes, Lino perdió su hermano mayor –Antonio– que contaba 16 años. Con estas profundas heridas en el corazón, la familia Lestani continuó con los demás inmigrantes hacia el Puerto San Fernando (hoy Resistencia) y llegaron el 2 de febrero de 1878. Fueron ayudados por algunos aborígenes y levantaron sus humildes viviendas con adobe y paja.
Todo fue muy distinto a lo conocido en Europa. Del bosque enmarañado que rodeaba la zona, al amanecer se oía el hermoso trinar de los pájaros; pero por las noches se oía el rugir de los pumas y yaguaretés. Las nubes de mosquitos no permitían dormir ni descansar, y en todo momento había que temer la aparición de serpientes venenosas; sumado a la falta de agua potable, de elementos indispensables y tantas otras cosas que dejaron en la lejana patria.
Debían poner aquí tesón, voluntad, entereza, y de la nada, forjar cada uno su propio destino con los conocimientos traídos, tanto para roturar la tierra como poner a favor de todos, la profesión que tenían.
En medio del agreste monte, falleció al poco tiempo su hermanita menor, Bienvenida, siendo la suya la primera inhumación que se efectuó en el antiguo Campo Santo de Resistencia.
El Gobierno Nacional, había convertido el galpón de Agüicho en proveeduría para los nuevos colonos. Entre éste y las viviendas existía una laguna. En el alma de Lino continuaron las lesiones. Su papá, don Juan Lestani, se dirigió a la proveeduría para abastecerse y al cruzar la laguna contrajo una afección tetánica que le provocó el deceso a los pocos días de este incidente, cuando sólo hacía cuatro meses del arribo a San Fernando.
Esta familia salió de Udine compuesta por siete miembros. Después de estas tragedias quedaron sólo Lino y Enrique con su mamá, tratando de sobrellevar las penas, esconder las lágrimas, pidiendo a Dios fortaleza física y espiritual para continuar una lucha difícil, permanente, agotadora.
Lino frecuentó la primera escuela que se habilitó en la incipiente colonia, que tenía por local el citado galpón de Agüicho, cuyo maestro era el Sr. Ernesto Duvivier, y tenían por bancos y pupitres los cajones de envases. También concurrió cuando la escuela estuvo bajo la dirección del maestro español don Julio Tort y fue trasladada al modesto edificio construido ex profeso por la comuna.
Lino notó los enormes sacrificios que demandaban las tareas del campo y decidió, cuando sólo contaba ocho años de edad, emplearse con el Sr. Rodolfo Molina que había instalado un comercio para proveer a los soldados de la guarnición de los fortines. Permaneció un año y medio, y después trabajó dos años en un almacén y fonda. Posteriormente, don Lino con 18 años, se empleó en la proveeduría que don Juan María Rossi había instalado en su aserradero “La Liguria” para la atención del personal de su establecimiento y de los agricultores de las colonias vecinas.
Años después, deseó independizarse económicamente. Se dedicó al acopio y venta de haciendas. Para eso debió recorrer el Chaco a caballo hacia todos los rumbos, soportando los intensos calores de fuertes vientos norte; transitar por campos escarchados, resistir lluvias en pleno camino y atravesar charcos y lagunas.
Don Lino Lestani había contraído enlace con Julia Valussi y formó una hermosa familia con once hijos: Dominga, Rodolfo, Margarita, Juan Ramón, Rosa, Emilia, Elena, Elvira, Arturo, Elcira y Héctor.
Con grandes sacrificios, entereza firma y voluntad férrea logró una posición económica modesta pero suficiente para vivir su senectud con tranquilidad, y para hacer estudiar a sus hijos.
Su fallecimiento se produjo el 29 de enero de 1959, a los 86 años. - La Avenida Lino Lestani de Resistencia, nace en la Avenida Sarmiento y corre de S.E. a N.O. (la Nº8 a la izq.)
Fuente: -Hombres y Mujeres que Hicieron Chaco- de Lidia Polich de Calvo. |