Nació en Buenos Aires, el 14 de marzo de 1832.
Se dedicó a tareas rurales, en el sur de la provincia de Buenos Aires.
Su vida militar se inició en la Batalla de San Gregorio en el año 1853. En el mismo año, intervino en el sitio de esa ciudad, integrando un escuadrón de guardias nacionales. Su destacada intervención fue premiada al ser ascendido a Capitán. Concluido el sitio, obtuvo su baja y se dedicó a atender sus intereses.
Viajó a Europa y a su regreso, asociado con don Leonardo Pereyra, arrendó los campos de Guarnico, en el Moro, asumiendo al propio tiempo las funciones de Juez de Paz y Comandante de la zona.
En 1859 fue nombrado Comandante Militar en Lobería.
A raíz de la Batalla de Cepeda, le cupo una actuación enérgica en la represión de las fuerzas sublevadas.
En 1865, al iniciarse la Guerra del Paraguay, fue promovido a Coronel. Durante toda esa dura campaña, se distinguió por su arrojo. Asistió a la Batalla de Yatay y al Sitio de Uruguayana.
Durante el Combate de Paso de la Patria, tuvo una intervención heroica a pesar de haber sido seriamente herido. Recuperado de sus heridas, se reintegró al ejército y participó de la marcha sobre Tuyutí.
Posteriormente hizo la campaña de Mendoza contra los montoneros.
Nuevamente se reintegró a las fuerzas que operaban en el Paraguay.
Las fuerzas paraguayas habían invadido la parte ribereña de nuestro Chaco, y una fuerte división se extendía a lo largo del río, desde Humaitá al norte, hasta el sur de Curupaytí, hostilizando a la escuadra brasileña, a la que impedía cumplir sus planes ofensivos.
A fin de destruir ese obstáculo y obligarles a retirarse, las fuerzas argentinas fueron destacadas en las cercanías de Timbó.
Era el 18 de julio de 1866, cuando los paraguayos, con valor indómito, atacaron a nuestras fuerzas, trabándose una porfiada lucha.
No se puede rememorar los nombres de estos héroes anónimos que se distinguieron en esa brillante acción sin lanzar un suspiro de emoción y pena.
Allí, en Acayuazó, ofrendó su vida en aras de la patria el Coronel Miguel Martínez de Hoz, en víspera de los combates de Boquerón, donde cayeron como héroes, es decir como argentinos, los jefes Pallejas, Díaz y centenares de oficiales y tropas.
La Guerra del Paraguay dio bases para que se formara una generación de hombres que unían a su patriotismo las virtudes militares en su más noble acepción.
Esta hecatombe, la más sangrienta que registra la historia del continente, fue un escenario trágico de dolor y sufrimiento, pero también una gran escuela para la formación del carácter militar y donde la emulación de los actos más sublimes de coraje, se superaban en procura de la gloria más pura para ofrendar a la patria. - La Gobernación del Chaco, desde 1890, sufrió distintas divisiones en Departamentos; pero al N.E. (con distintos límites) siempre mantuvo el nombre “Departamento Martínez de Hoz”. En 1951 se provincializó. En 1953 la Cámara de Diputados aprobó una nueva división política y es cuando desaparece dicho nombre del mapa.
- La Escuela Nº18 “Martínez de Hoz” se creó por Resolución del Consejo Nacional de Educación del 19 de enero de 1905, en Puerto Bermejo. El 10 de mayo de 1983 se produjo la evacuación total de Puerto Bermejo a consecuencia de las grandes inundaciones y derrumbes de sus costas edificadas. El día 15, esta población desaparecía bajo las aguas. La relocalización se realizó a 10 kilómetros, donde fue trasladada la Escuela Nº18. En el mismo predio se encontraba la Escuela Nº52. Por Resolución Nº0151/1997 del Ministerio de Educación, Cultura, Ciencia y Tecnología, se clausura definitivamente la Escuela Primaria Nº18, 1º -Z.U.3- (Zona Urbana 3), de Puerto Bermejo, según consta en el Artículo 1º de esta Resolución; desapareciendo la misma.
Fuente: -Hombres y Mujeres que Hicieron Chaco- de Lidia Polich de Calvo. |