Nació en Rosario, Santa Fe, el 23 de enero de 1911. Hijo de los españoles Ingeniero Eduardo Tuso y María Mena. Todos sus estudios los realizó en su ciudad natal, los secundarios en el Colegio Nacional y en la Facultad de Medicina obtuvo el título de Médico Cirujano.
Estuvo como practicante en la Sala de Urgencias del Matadero Municipal, donde continuó luego como médico. Además de su consultorio particular, pertenecía al cuerpo médico de Asistencia Pública Municipal. Posteriormente, el Ministerio de Salud Pública de Santa Fe lo nombró Director del Hospital Rural de Colonia Macías, con zona de influencia en Helvecia y San Javier.
José Martiño, un antiguo amigo de la familia que trabajaba en la Aduana Nacional de Puerto Barranqueras, continuamente le escribía manifestándoles que en esta zona podía tener mejores posibilidades en desarrollar su profesión. El Dr. Eduardo Tuso, su esposa Nieves Pérez y su pequeño hijo Eduardo Roque, partieron de la ciudad de Rosario hacia el Territorio Nacional del Chaco.
En mayo de 1945 llegaron a Barranqueras. De los lugares que no tenían asistencia médica eligió Margarita Belén. No había camino directo en esa época. Años después se construyó la Ruta 11; pero se continuaba usando el camino viejo porque pasaba por colonias muy pobladas. El pavimento del a Ruta 11, llegó hasta la entrada de Margarita Belén en el año 1966.
Dedicó su vida a la comunidad con principios e ideales muy elevados, con mucha energía y voluntad inagotable.
La zona que debía atender era muy amplia, comprendía Colonia Benítez, Margarita Belén y las colonias muy pobladas: Campo Rossi, Campo Colorado, Costa Iné, Campo Vargas, Campo Pastori, Campo Alcalá, Colonia Pilar, Tres Horquetas, Colonia Amadeo, Punta Rieles, y a veces también Cancha Larga.
Pocos pacientes podían pagar. Algunos abonaban después de las cosechas. La mayoría de los enfermos eran pobres. Los colonos ocupaban mano de obra de peones tanto para las carpidas como para las cosechas, y el Dr. Tuso atendía a muchos sin remuneración alguna. Para casos difíciles, por falta de instrumentos recurría al Hospital de Resistencia llevándolos en su propio vehículo. Los caminos tortuosos, el clima desfavorable o las pocas horas de descanso no fueron impedimentos para socorrer al afligido.
En esa zona era común acudir a la medicina casera. Algunas eran tan aberrantes que provocaban infecciones, tétanos, vómitos, indigestiones, etc.; por ejemplo: frotar las encías de los bebés en período de dentición con "azúcar de campo" (el excremento seco de perro cuando toma color blanquecino); también a los recién nacidos, para ayudar a secar el cordón y el ombligo le ponían estiércol de caballo causando, la mayoría de las veces, terribles infecciones. Ante estas y otras cosas, el Dr. Tuso se propuso dar charlas en distintos lugares. Sus enseñanzas eran prácticas, beneficiosas para la salud y de fácil aplicación. No dejaba de incluirse el aseo personal, especialmente para manejar los alimentos; el de hacer hervir el agua para beber y lavar las verduras porque muchos sacaban el agua de charcos, esteros, o de la primera capa de agua subterránea, sufriendo los niños diarreas que a veces llevaban a la muerte.
Trabajó a favor de los más necesitados; solicitando a las autoridades pertinentes mejoras ambientales por la salud de los habitantes. Consiguió la colocación de veinte o más bombas públicas para extraer agua potable, y la distribución de losas para letrinas más higiénicas y salubres.
Para evitar el Mal de Chagas, aconsejaba luchar contra las vinchucas instando a blanquear las viviendas con cal y si podían, recomendaba el uso de mosquiteros al dormir; previendo a la vez, las picaduras de mosquitos por temor al contagio del paludismo.
En su consultorio realizaba los análisis básicos; pero cuando era necesario recurrir a un laboratorio de Resistencia, contaba con la ayuda de la "Empresa Unión" de colectivos que en forma gratuita se encargaba de llevar las muestras de ida y los resultados de vuelta.
El Dr. Eduardo Tuso se afligía por cada uno de los aspectos deficientes de los habitantes del pueblo y de toda la zona. Era un verdadero servidor del prójimo.
Cuando llegaban las terribles mangas de langostas que azotaban los cultivos, colaboraba con los colonos transportando a las distintas chacras, las chapas barreras y los lanzallamas para poder salvar algo de los sembrados.
Cuando el Territorio del Chaco se provincializó, y se tuvo que votar por primera vez, formó parte de quienes tenían que enseñar – a mayores y jóvenes – qué era el cuarto oscuro y cómo debían proceder, hasta el depósito del voto a la urna.
Es digno de destacar que el Dr. Tuso, con los dones de consejo y caridad, se sobreponía al agotamiento físico e intelectual por luchar contra la rutina cotidiana y emprender otras tareas por el bien de la comunidad y el progreso del pueblo.
Concurría a las reuniones de la Comisión de Fomento. Regalaba todos los años a la Escuela Primaria Nº12, gran cantidad de libros infantiles y juegos de entretenimiento; como así también donaba volúmenes de otro tipo de libros al finalizar cada período escolar, premiando a los mejores alumnos de cada sección de grado. Tuvo participación en las actividades deportivas en el Club San Martín. Fue socio de la Cooperativa "El Triunfo". Donó un terreno para que Salud Pública levantara un Puesto Asistencial, pero no fue utilizado. Participó de la creación y formación del Ciclo Básico Comercial (1º, 2º y 3º año de enseñanza secundaria); integró la Asociación Cooperadora y fue Profesor de Francés, y como todos, trabajó ad-honorem.
Viajaba a Resistencia participando de las reuniones para la creación de la Casa del Médico, y después colaboraba como socio activo. Actuó del mismo modo en la organización del Colegio Médico. Apoyó a la comisión para la creación de Facultades de la Universidad del Nordeste en Resistencia.
Con respecto a su profesión, vivió actualizándose con profundidad y amplitud hasta el fin de sus días. Hizo de su vida un derroche de profesionalismo y filantropía.
Falleció a los 55 años, el 24 de septiembre de 1966; y por propia decisión en vida, sus restos descansan en el cementerio de Margarita Belén.
- Por Resolución del Ministerio de Salud Pública de la Provincia del Chaco, a pedido del pueblo, el Puesto Asistencial "A" de Margarita Belén, lleva el nombre de " Dr. Eduardo Tuso".
Fuente: -Hombres y Mujeres que Hicieron Chaco- de Lidia Polich de Calvo. |