Nació en el castillo de Cheronne, en Tuffe, aproximadamente a 45 kilómetros al oeste de París. La llamaban cariñosamente la "Rosa de Cheronne". Allí el Conde Raúl Le Saige de la Villesbrunne conoce a la Condesa Alice y contrae nupcias. De esa unión matrimonial nacieron seis hijos: cuatro mujeres y dos varones.
A causa de los graves problemas políticos que habían sucedido en Francia, casi un siglo atrás, la nobleza fue perdiendo sus inmensas riquezas. El matrimonio Le Saige – Chavagnac sufrió estas consecuencias políticas que los arrastró a la ruina. Frente a estas amargas contingencias, la Condesa Alice resuelve tentar fortuna en América, arriesgándose a hacerlo en compañía de sus hijos varones Rolando y Javier, quedando al cuidado del padre sus cuatro hijas, que por el precario estado de salud que venía sufriendo, no pudo intentar esta aventura.
Se embarcaron en carácter de inmigrantes, llegando a Buenos Aires en el año 1888. Inmediatamente Alice inició los trámites a efectos de obtener el permiso de ocupación de las tierras que iba a poblar, con preferencia en el Chaco.
Con los documentos correspondientes se embarcó esta valerosa mujer, con destino a Barranqueras, llegando a Resistencia en julio de 1888.
Arribaron al caer la tarde, ubicándose en una modesta posada. La llegada de tan distinguida dama sirvió de tema y de variados comentarios, al manifestar que traía el propósito de radicarse en los campos "Arosena" para ocuparse de la explotación ganadera.
La falta absoluta de caminos, la carencia de poblaciones cerca del lugar, la cantidad de indios belicosos que merodeaban los lugares, con sus medios de vida, que no eran más que asaltos y robos; las fieras que habitaban la zona, presentaban el panorama que debía afrontar. Así comenzó su preocupación y a la vez, su heroísmo.
Doña Alice, con sus dos hijos, se dirigió para conversar con el Gobernador Dónovan. Le expresó sus gestiones realizadas ante la Dirección de Tierras y Colonias, la garantía ofrecida por el Gobierno Nacional representado por las tropas de línea al mando del Gral. Dónovan, y su decisión en la empresa.
Le comentó que peones criollos se habían puesto ya a su disposición. El Gobernador le previó los peligros del lugar, pero al notar la firme decisión de la Condesa, le ofreció vehículos de transporte y un destacamento de tropa de línea para llegar a destino.
Había entablado amistad con don Antonio Brignole y su hijo Wanceslao. Él se ocupó de elegir el lugar y ambos a la construcción de la casa. La vivienda era de dos plantas.
Después de un mes y medio se radicó en la "Arosena". A las carretas acompañó un piquete de tropas de línea, al mando de un oficial.
Una vez instalada comenzó la tarea de concretar sus aspiraciones de levantar un establecimiento ganadero. A través del tiempo, llegó a ser el más importante de la zona, desde Las Palmas hasta Reconquista.
Transcurrieron once años. Sus hijos tenían 25 y 21 años de edad. El 13 de marzo de 1899, se oyeron desde el monte cercano gritos y disparos de armas de fuego. De improviso aparecieron alrededor de ochenta indígenas; el mayordomo y el capataz organizaron la defensa y la fuga de las mujeres y de los niños, llevándolos hasta un campo distante un kilómetro de allí.
Cuando la Condesa se disponía a abandonar su casa, huyendo del malón, notó que un criadillo –Genaro– de siete años de edad quedaba rezagado a merced de los atacantes; Alice, sin medir el peligro, regresó para socorrer al pequeño, pero un indio que estaba en el jardín le arrojó una lanza y la hirió mortalmente. La Condesa herida, observó que luego del ataque, los aborígenes llevaban a Genaro.
La Condesa fue auxiliada por los vecinos más cercanos y la trasladaron a una casa vecina.
Un chasqui llevó la noticia del ataque a Resistencia, donde se encontraba su hijo Rolando. Este buscó con urgencia al farmacéutico Olaff With y se dirigieron a la estancia; pero Alice Chavagnac de Le Saige de Villesbrunne ya expiraba.
Al día siguiente, una comisión al mando de un alférez se dirigió a la estancia "Santa Ana", como fuera bautizada por su dueña. Los indígenas ya se habían alejado convenientemente; llevándose todo lo que pudieron de la casa y algunos animales del corral.
Los restos de la Condesa fueron velados en Resistencia y recibieron sepultura en esa ciudad.
- La calle 4 de Villa San Martín, que nace en la Av. Sarmiento de Resistencia, lleva el nombre de "Alice Le Saige". Su prolongación recorre la ciudad de Barranqueras.
Fuente: -Hombres y Mujeres que Hicieron Chaco- de Lidia Polich de Calvo. |