Nació en Algar de Cartagena, provincia de Murcia, España, el 18 de diciembre de 1901. Hijo de Pedro Fernández y de Pilar Calderón.
A los 7 años de edad llegó a la Argentina, residiendo con su familia en la ciudad de Resistencia, donde cursó la escuela primaria y parte de la secundaria. En 1920 se recibió de maestro en la Escuela Normal de Corrientes.
El 13 de abril de 1921 inició su carrera docente en la Escuela Nº58 de Presidencia de La Plaza.
En 1923 se hizo cargo de la Dirección de la Escuela Nº78 de Cuatro Árboles con carácter de interino. Llegó de noche, a caballo, frente a un rancho de paja perdido en medio de la llanura boscosa y reposó sobre un catre de tientos.
Su misión debía cumplirse con instrumentos adaptados a las circunstancias y frente a una realidad dramática. Enseguida recorrió el vecindario.
Construyó a costa de su propio peculio, una modesta vivienda. Levantó un mástil de quebracho. Puso en condiciones el rancho para el aula e improvisó los muebles necesarios para dictar clases. Con la presencia de todos sus vecinos inauguró el período escolar. Después de seis meses trasladó la escuelita a un local donado por el Consejo Nacional de Educación. Todos sus ahorros fueron invertidos en ella para mejorarla.
A fines de 1925, por razones de salud, volvió a la Escuela Nº58 haciéndose cargo de un grado.
El 26 de junio de 1926 recibió la comunicación de su ascenso. Se hizo cargo de la Dirección de la Escuela Nacional Nº64 de La Chiquita. Debía dictar clases en un rancho desvencijado; pero el Sr. Fernández poseía gran espíritu de trabajo y de iniciativas. Sus manos manejaban la azada y el hacha, amasaron ladrillos, pintó aberturas y paredes, erigió el mástil y construyó el local. Nuevamente invirtió sus ahorros. Fue apoyado y ayudado por el vecindario.
Creó una escuela nocturna ad-honorem para enseñar a los adolescentes y adultos. Instruía y educaba, impartiendo temas de moral, higiene, solidaridad, trabajo, amor, caridad, además de las enseñanzas propias de la escuela.
Logró un local escolar confortable y lindo, colmado de alumnos, con jardín, huerta escolar, patio de juegos y rodeado de árboles autóctonos y frutales.
Desarrolló una activa y honesta acción escolar, social y cultural. Fue maestro, enfermero, consejero, padrino de niños y de bodas, amigo de todos.
En 1928 contrajo enlace con la colega Emma Santía y en La Chiquita formó su hogar. Tuvo cuatro hijos: Pedro José, Rolando, Elda Edit y Jorge Antonio.
En 1928 y 1929, él y su esposa actuaron en teatros y coros con otros caballeros y damas de Presidencia Roque Sáenz Peña, en veladas artísticas organizadas por la Asociación Española.
Años más tarde buscó mejora para sus hijos. Consiguió su traslado a la Escuela Nº166 de Presidencia Roque Sáenz Peña, en octubre de 1940.
El local era chico e inadecuado. La comunidad crecía, aumentaba la cantidad de alumnos y también de maestros.
El Sr. Director se propuso y logró mejorar el edificio, aumentar aulas, embellecer el frente y los patios. Habló con la Asociación Cooperadora, con la Intendencia y con el vecindario, exponiendo los problemas de la escuela y las posibles soluciones que se podrían lograr con la ayuda de las autoridades y de la comunidad.
Decidió un día tumbar techos y paredes y reconstruir el edificio. Diseñó el jardín, el parque, la huerta y el gimnasio. Agregó la Sala de Primeros Auxilios, el equipo sonoro, el Salón Comedor, el gallinero, el mástil y año a año fue incrementando las comodidades del edificio en beneficio de los alumnos.
La Esc. Nº166 llamada "la del Ensanche Sur" se convirtió en la "Escuela de Fernández". En horas nocturnas impartía enseñanza ad-honorem a adolescentes y adultos; mientras en el amplio gimnasio, bien iluminado, un ex-oficial del ejército o de la marina, impartía instrucción militar a los jóvenes que esperaban ser llamados para cumplir con el ejército.
La calumnia y la ambición de los pobres de espíritu se ensañaron con este maestro ejemplar. Un sumario y una injusta exoneración con fecha 26 de mayo de 1944 lo separaron del cargo; pero, por primera vez en la historia del magisterio chaqueño, y quizás de la docencia nacional, un pueblo elevó su protesta enérgica por defender a su maestro.
Después de horas amargas y desconcertadas, el Sr. Fernández –el maestro ejemplar– vio la demostración de cariño de toda una población. Hasta que al fin triunfó la justicia y fue reincorporado el 1 de agosto del mismo año.
Fue muy amplia su labor, intensas sus inquietudes, brillante su actuación docente y activo ciudadano.
La Universidad Popular de Presidencia Roque Sáenz Peña lo cuenta como uno de los más entusiastas propulsores de su creación, y su primer director desde el 23 de junio de 1946. Actuó como director del Censo Nacional de 1947; y se lo considera organizador y colaborador de la Federación del Magisterio de esa ciudad.
Falleció el 18 de mayo de 1950, a los 48 años.
- El pueblo de Presidencia Roque Sáenz Peña, acongojado, lloró al maestro cabal. En su homenaje, la Escuela Primaria Nº1600 y una calle de esa ciudad llevan su nombre.
Fuente: -Hombres y Mujeres que Hicieron Chaco- de Lidia Polich de Calvo. |