El Padre José Klein castellanizó su apellido, y en sus cartas firmaba “Clein” y en algunas “Clain”.
Nació el 11 de febrero de 1719 (para unos historiadores, o el 29 de noviembre de 1716, para otros), en Glatz, Silesia (Alemania).
El 21 de octubre de 1739 entró en el noviciado de la Compañía de Jesús de Blum.
En 1750, actuó en la Reducción de San Jerónimo entre los abipones y luego fue destinado a la Reducción de San Fernando (hoy Resistencia), donde esparció las luces de la fe y los esplendores del progreso, teniéndolo de compañero al P. Martín Dobrizhoffer.
El 11 de diciembre de 1754, una hueste mocoví asaltó la misión de San Fernando del Río Negro, en horas de la siesta, después de haberse apoderado de los caballos la noche anterior. La defensa fue dirigida por el párroco P. Klein y el sacerdote ayudante P. Dobrizhoffer con pocos hombres disponibles. Un oportuno disparo por parte de este último, puso en fuga a los sitiadores.
Durante varios años, el P. Klein supo defender con serenidad, dignidad y valentía los derechos de los indios, confiados en su custodia, frente a la incomprensión y depredaciones de los españoles de Corrientes.
Por necesidades económicas imperiosas, para poder atender las obras y por las exigencias de los aborígenes, el P. Klein resolvió ocuparse en obrajes, siendo esta industria la primera que se desarrollaba en el Chaco.
Enviaba tacuaras y vigas de lapacho a Buenos Aires a cambio de géneros, medicamentos y otros elementos que necesitaba el pueblo. El primer cargamento llegó a Buenos Aires el 22 de marzo de 1763.
Cuando las autoridades dejaron de prestar atenciones a esta reducción, al P. Klein tuvo que resolver este grave problema sosteniendo la alimentación de los indios reducidos. Con grandes sacrificios instaló una estancia propia que se llamó “Las Garzas”, la cual llegó a contar con más de seis mil cabezas. También se dedicó a la fabricación de carretas de lapacho. Más tarde, para poder enviar cómodamente sus productos a Santa Fe y Buenos Aires, construyó un barco.
El P. Klein era buen músico y ejecutaba el violín con gusto entre los aborígenes, a quienes enseñaba a cantar y a ejecutar instrumentos musicales.
El 8 de agosto de 1767, una delegación del Gobierno correntino desembarcó en San Fernando del Río Negro, para incautar los bienes de la misión y arrestar al misionero José Klein, en cumplimiento de la Cédula Real de Carlos III, que ordenaba la expulsión de los padres jesuitas de sus dominios.
Esta reducción contaba con trescientos aborígenes que no sólo habían aprendido a trabajar eficientemente, sino que eran cristianos. La predicación, los Sacramentos, el trabajo organizado y una profunda caridad fueron cambiando el corazón de los indios. Los misioneros de San Fernando del Río Negro, lograron verdaderos prodigios en 17 años de labor.
El 29 de septiembre de 1767, el P. Klein partió de Buenos Aires hacia Europa, junto a otros misioneros jesuitas.
No se ha podido precisar la fecha exacta de la muerte del Padre Klein. Desde 1769 hasta 1773 estuvo en Gratz, ejerciendo el cargo de “Concionator Matutinus” y Director de la Congregación Mariana para hombres y jóvenes.
En 1772, el P. Lorenzo Casado escribió diciendo: “Vive aún…”
- La calle que nace en la Avenida 25 de Mayo al 1300 de Resistencia, lleva el nombre “Padre José Klein”.
Fuente: -Hombres y Mujeres que Hicieron Chaco- de Lidia Polich de Calvo. |