Fue el primer aborigen que, como justa retribución a sus importantes servicios en favor del ingenio azucarero “Las Palmas del Chaco Austral”, ha sido llamado a desempeñar una función pública. Moreno fue el amigo más abnegado de los misioneros; con su indiscutida autoridad sobre los indígenas de la región consiguió el sometimiento de éstos, haciéndolos útiles a sus semejantes, y no se recuerda que haya defraudado a la confianza depositada en él. Hombre de elevada inteligencia, no tardó en conquistar méritos que le valieron para ser designado como oficial meritorio de la policía. Este cargo lo desempeñó con el beneplácito de sus superiores y de la población que vio en él a un celoso defensor del orden público. Mayor mérito es aún el haber sabido proporcionar a su hijo una adecuada educación, haciéndolo cursar hasta el tercer año de la universidad, que hubo de abandonar para ser una ayuda de su padre en la función pública que desempeñaba en el año 1935.
• La Biblioteca Escolar del Instituto “Aída Zolezzi de Florito”, en el Bº Toba de Resistencia, lleva su nombre. Fuente: -Hombres y Mujeres que Hicieron Chaco- de Lidia Polich de Calvo. |