Era oriundo de Corrientes. Se ordenó de Misionero Mercedario y consagró su vida a la iniciación de las nuevas reducciones del Chaco.
Conocedor de la zona y de las lenguas aborígenes había cruzado muchas veces el Chaco desde Corrientes hasta Tucumán. Por ese motivo fue elegido por el Coronel Francisco Gabino Arias para llevar a los indígenas la noticia de la Expedición Reduccional de Arias y Cantillana, prometidas por Matorras.
En 1780, al iniciar su última expedición contaba 41 años de edad. Salió con un carretón acompañado tan sólo por un muchacho, llevando regalos para los aborígenes a fin de disponerlos bien y facilitar los trabajos de la futura expedición. Conocedor de las rutas que llevaban hasta el Bermejo no contó con un factor que hizo estragos ese año, una prolongada sequía, que agotó las aguadas y los esteros. La sed acabó con este esforzado misionero, que pereció en la travesía junto con su acompañante.
Al enterarse Arias de este primero y doloroso contraste, mandó a dos partidarios (D. Juan Santos Zea y Antonio Burgueño) para que buscaran los restos del Padre Sena. Los hallaron el 5 de agosto de 1780. El día 6 se ofició una Misa, se acomodaron sus restos en una urna que fue ubicada luego al pie del altar mayor en la Iglesia de La Cangayé.
Después de 165 años, en 1945, el Sr. Alfredo Martinet descubrió las ruinas de la antigua La Cangayé, población que había desaparecido al poco tiempo de su fundación.
Los restos mortales del Padre Sena que durmieron durante ciento sesenta y cinco años bajo el manto verde de la selva chaqueña, descansan hoy en el templo de Juan José Castelli.
- Una calle de Resistencia y la Agrupación Scout de Juan José Castelli llevan el nombre de ese misionero sacrificado “Fray José Bernardo Sena”.
Fuente: -Hombres y Mujeres que Hicieron Chaco- de Lidia Polich de Calvo. |