Nació en Villa María, Córdoba, en el año 1923.
A los 16 años fue alumno del grabador Mauricio Lasansky; realizó murales en aquella provincia; fue maestro de pintura para niños.
En 1940 se presentó al Salón Nacional de Pintura; y expuso en salones de La Plata, Tandil y Córdoba.
En 1941 participaba, por invitación, en las exposiciones de Buenos Aires y Rosario sobre "El grabado en la Argentina desde 1800 hasta nuestros días".
En 1943 se radica en Resistencia. Trabaja como peón en Puerto Vilelas y Barranqueras para ganarse el sustento.
El Ateneo del Chaco le confía la dirección de su Taller Libre de Artes Plásticas, luego dicta una cátedra en el Centro de Constructores y después cursos de dibujo y pintura en la Universidad Popular.
En 1955, al iniciarse el movimiento para crear la Facultad de Arquitectura, dicta cátedra de plástica por tres meses. Luego -y hasta su muerte- es profesor de dibujo en la Escuela Normal "Sarmiento".
Aparte de esta actividad, tiene su taller particular, trabaja intensamente y sin horarios en él y en el atelier de el Fogón de los Arrieros. Tiene alumnos particulares. Brusau siempre sintió la necesidad de transmitirse, y dentro y fuera del aula se advertía en él su condición de docente que se daba espontáneamente, con naturalidad, pero sin concesiones.
Hizo varios murales, (Fogón de los Arrieros, Casa Cimat), género por el que sentía particular entusiasmo.
Incursionó en la escenografía teatral en obras del Teatro Experimental de El Fogón de los Arrieros.
En 1950, con Mena, decoró el Palacio del Mate, en Posadas; decoró también el stand del Chaco en la Feria de América, Mendoza; fue asesor de cuanta tarea plástica se efectuó en la zona. Obtuvo con su pastel "Niña" el Primer Premio del Salón del Litoral, Reconquista.
Vivió siempre al día en materia pictórica; su obra refleja acabadamente sus conocimientos amplios y profundos. "Un pintor cuya obra armoniosa y bien construida responde a los propósitos de las corrientes más actuales de la pintura", dice el crítico Julio Payró.
"Un acento personalísimo, y el color, resuelto en alegres tonos claros, planos, transmitía al espectador una especie de resonancia musical que fluía tanto de su delicadeza como de un sabio juego de yuxtaposiciones y transparencias melodiosas. Una obra hermosa. Original, poética, feliz", expresó Córdoba Iturburu.
"La Razón", en mayo de 1957, dijo: "Late en cada pincelada el temblor de una vida llena de fervor hacia el arte, testimonio de una pasión que encontró en la línea y en el color su claro destino".
Estos juicios fueron emitidos en Buenos Aires, en ocasión de varias exposiciones póstumas de obras de Brusau.
El nombre de René Brusau se identifica totalmente con la plástica pictórica en el Chaco. Fue la suya una existencia humanamente dolorosa; y como de éxtasis, dedicada al arte. Vivió y sintió el color y la forma en estado de pureza, reflejo de su alma y de su espíritu siempre dispuesto a brindarse a todos los rumbos. En su breve y densa vida "truncada tempranamente a los 33 años" dejó múltiples expresiones de su sensibilidad creadora.
René Brusau falleció repentinamente en Resistencia, el 26 de junio de 1956. - El Museo Provincial de Bellas Artes lleva el nombre de "René Brusau", sito en Resistencia.
Fuente: -Hombres y Mujeres que Hicieron Chaco- de Lidia Polich de Calvo. |